Tiempos difíciles para la restauración. Cocinas vacías, frías y solitarias. En esta época del año, solemos estar de descanso después de una temporada larga e intensa. Volvemos a calentar motores en febrero para retomar lo que mejor sabemos hacer, abrir las puertas de nuestra casa para recibirte. Este 2020 todo es distinto. Muchos meses soportando estoicamente una dura situación entre resignación, resiliencia y humor para aguantar el silencio ensordecedor. La vida sigue corriendo, con sus contratiempos, dificultades y por supuesto ilusiones. Parejas de enamorados que nos visitan para casarse, reservas bloqueadas en un planning lleno de bodas y un 2021 cargado de esperanza de lo que está por llegar.
En un año en que todo está patas arriba, también le dimos la vuelta a nuestro savoire-faire. Y así, un poco por casualidad y sin mucho pensar, nos pusimos manos a la obra para llevar la cocina de Can Ribas a vuestras casas.
Óscar, el chef, despojado desde hace ya demasiado de una cocina silenciada verbalizó su “necesito cocinar” y así, simple y llanamente se cuajó un menú de Navidad para llevar y darle mambo a la cocina. Durante cinco días, el ruido de la máquina lavavajillas subió el tono de nuevo. Prisas, corre que te corre, más pedidos, el fuego vivo, todos con el delantal, unos etiquetando, otros embolsando, el chef picando, cortando y flambeando, Toni con sus trescientas crêpes suzzete para empaquetar, bechamel sin parar, el xup xup del sofrito, la “pilota de l’escudella”… y con las manos en la masa y entre risas nerviosas le decíamos a Óscar que todas las fichas estaban en su casilla. Ahora no había un equipo de sala recibiendo al comensal, unos jardines de ensueño en este entorno mágico ni la experiencia de cruzar ese camino de cipreses para dejarte llevar en ese “yo me ocupo” -de tí- que no se dice y se siente al llegar a Can Ribas.
Él, con la siempre presión a sus espaldas, sonreía tranquilo.
No nos vamos a engañar. Tenerte en casa para servirte y que tu paso por aquí sea inolvidable es lo que nos va, pero lograr hacerte disfrutar en la distancia, es lo más.
Gracias a todos los que habéis confiado -nuevamente- en Can Ribas.
Felicidades Óscar por hacer que la cocina sea una experiencia en sí misma.
Vamos a por el día de Reyes, nuestros canelones de pularda y trufa en tu casa.