Siempre nos ha gustado hacer las cosas con naturalidad. Desde la naturalidad. Por naturalidad. Y es desde la naturalidad que nos nacen cosas bonitas. Cosas tan bonitas como la propuesta Jardí.
¿Qué es Jardí? Jardí es estar a gusto, es dejar que las celebraciones fluyan. Es poder bailar cuando la música nos llama, es reír y hablar, es disfrutar del estar.
Surgió organizando un evento, eso que tanto nos gusta hacer; ¡hacía un día espectacular! Sí, seguimos enamorados de las vistas, de este entorno encantador. Del color que aquella luz dejaba en el césped, de la primavera que se olía, de cómo nos sentíamos estando allí. Sacamos las sillas, las mesas, sacamos incluso la cocina y los cocineros, y enseguida nos dimos cuenta que sí, que era esto. Que sí, que era algo bonito. Que se creaba algo mágico. Y no pudimos si no compartirlo, abrirlo a que pudiera darse en las bodas, en otras celebraciones… como es natural.
Estábamos entusiasmados, pero cuando pruebas algo nuevo siempre te asaltan algunas dudas: ¿gustará tanto como nos gustó? ¿Encajará? ¿Volverá a crearse aquella magia? Sí, sí y sí. Lo vemos y cada vez estamos más convencidos, hablamos con vosotros y cada vez nos convencéis más. La propuesta Jardí funciona porque fluye, porque es agradable, porque respira naturalidad. Los novios que habéis vivido esta experiencia nos lo comentáis constantemente: que se veía a todos tan contentos, que los invitados os han dicho que estuvieron tan a gusto, que al principio teníais dudas pero que fue un gran acierto, que qué bien os fue no tener que montar las mesas, que pudisteis compartirlo, que os sentisteis libres y felices. Y nos encanta que nos lo digáis, aunque no haría falta: se os ve. Se os ve espléndidos, se os ve disfrutar.
Cuando explicamos el funcionamiento a vuestros acompañantes nos encanta fijarnos en sus caras; abiertos a lo que pase, a lo que les hayáis preparado, se les mezcla la curiosidad, la sorpresa, las ganas de probar algo nuevo. No, no encontraréis vuestro nombre en las mesas. Sí, podéis sentaros donde os guste y levantaros. Sí, la comida irá llegando, y podéis hablar con el cocinero mientras volvéis a llenar el plato. Y sí, también a ellos se les ve. Se les ve charlar y sonreír, se les ve juntarse con unos y otros, con estos y aquellos; llenando una silla más. Con complicidad y sencillez; con naturalidad.
Dejando fluir, Jardí ha ido tomando tantas formas como celebraciones ha dibujado: a la luz del día o a la luz de las estrellas; en colores de verano, otoño, invierno o primavera; dentro a cubierto o fuera. Ha visto novias de rojo y de blanco, ha visto entradas triunfales y bailes para enmarcar; ha probado delicias a ritmo de blues o de jazz.
Jardí nació de la naturalidad y con ella afronta cualquier nuevo reto, cualquier propuesta. Tu idea. Tu gente. Tu gusto. Tu ilusión. Tu día. Tu boda. Tu celebración.
Fotos: Pablo Riccairdulli