n Can Ribas pasan cosas. Constantemente. Pasan cosas magníficas como que vengáis de diferentes partes del mundo a daros el “sí quiero” aquí, en nuestra casa. Que seamos vuestro lugar. Que lo seamos tanto como para que subáis a un avión con todas vuestras familias, con vuestros amigos y compañeros, con los vestidos y complementos, para vivir aquí, con nosotros, vuestra aventura. Vuestro gran día.
Sí, pasan estas cosas. Y nos encanta. Nos encanta que nos busquéis para decirnos que las fotos no hacen justicia a la belleza del lugar, cuando precisamente estamos pensando que las fotos no hacen justicia a la magia que hacéis respirar –y eso que están quedando de cuadro. Nos encanta transformar para vosotros cada rincón de la casa y del jardín, que nos inundéis de nuevas tradiciones y canciones y gustos y aromas y maneras e idiomas, y poder ver que a pesar de todo sólo hablamos una misma lengua: la del amor, la de la ternura, la del gusto de compartir momentos únicos. Nos encanta que os encante esta casa, esta cocina, este aire, este algo especial que se huele y se respira.
Quizá buscabais algo único: un toque mediterráneo, un toque rural. Una masía en Barcelona, un paraje que os enamorara. Y nos encontrasteis y os quedasteis, y no sabemos cómo deciros cómo nos encanta ser vuestro lugar especial, vuestro día irrepetible.
Siempre decimos que Can Ribas está lleno de todas las historias que se han vivido aquí, y nunca dejan de sorprendernos porque nunca dejáis de hacerlo. Tan pronto llegáis en helicóptero como subidos a una scooter, nos llenáis el vestíbulo de damas de honor o nos pedís de comer frente a la casa en lugar de al comedor; venís de Inglaterra y de Suiza y de mil rincones más, bailáis una coreografía inventada, montáis un juego de pistas, os ponéis a cantar. Pues nos encanta. Nos encanta que tangáis ideas, que vengáis de donde sea; nos encanta ser el lugar de vuestras pasiones, de vuestras locuras, de vuestro gran momento.
Acaba el día y nos dais las gracias. ¡Ai, pero si somos nosotros los afortunados!